Recomendaciones de expertos sobre la frecuencia con la que debes cambiar tu esponja para lavavajillas
Los estropajos o esponjas son uno de los utensilios domésticos más importantes en la cocina. Durante el proceso de lavado quedan en ellos restos de comida y suciedad, que se convierten en un ambiente propicio para la proliferación de patógenos.
Para que la eficacia de limpieza no disminuya con el uso de la esponja, es necesario cuidarla adecuadamente y cambiarla mucho antes de que se desgaste por completo. Te contamos en este artículo con qué frecuencia debes cambiar tu esponja para lavavajillas.
Contenido
¿Con qué frecuencia se debe actualizar el producto?
Es necesario renovar las esponjas de cocina no cuando se ensucien, sino una vez cada cierto tiempo. Las partículas de grasa que se acumulan en la estructura porosa tienen poco efecto sobre el color del material, por lo que se puede sustituir incluso una esponja visualmente limpia.
La vida útil de la herramienta depende de varios factores:
- material;
- estructura de la superficie (tamaño de los poros, agujeros de la malla);
- presencia de impregnación antibacteriana;
- Cumplimiento de las normas de cuidado y almacenamiento.
Dependencia material
La gomaespuma, o espuma de poliuretano, es el material más popular y económico para las esponjas. Su estructura de poros finos asegura una distribución uniforme del detergente en todo el volumen.
Los restos de jabón y grasa no se pueden eliminar por completo de las células, por lo que incluso con el cuidado adecuado Se recomienda cambiar las esponjas de espuma semanalmente..
La necesidad de un recambio frecuente se compensa con el hecho de que una pequeña cantidad de gel es suficiente para formar una espuma espesa.
Las esponjas de celulosa y bambú tampoco se pueden utilizar durante mucho tiempo.. Los microbiólogos que han estudiado la flora patógena en las esponjas de cocina afirman que la composición natural no proporciona un efecto antiséptico.
La única ventaja de la celulosa sobre la gomaespuma es que su estructura fibrosa retiene menos restos de comida que una porosa. A pesar de las promesas de los especialistas en marketing, en ausencia de una desinfección regular, es posible utilizar toallitas de bambú y celulosa durante no más de 1 a 2 semanas.
La microfibra con impregnación antibacteriana puede servir como un sustituto económico de la gomaespuma. Las servilletas elaboradas con esta fibra se pueden lavar a altas temperaturas, eliminando el riesgo de propagación de bacterias.
Otros tipos de toallitas deben actualizarse en los siguientes intervalos:
- abrasivo (duro) – una vez al mes;
- metal: una vez cada 2-3 meses o cuando se produzca una deformación;
- Raspadores de plástico para superficies delicadas, ya que se desgastan.
El vídeo te dirá con qué frecuencia debes cambiar tu esponja de cocina:
¿Qué pasa si usas una toallita por más tiempo del recomendado?
Los residuos de grasa y agua que se acumulan en una esponja para platos favorecen el crecimiento de bacterias, hongos y protozoos. Los microbiólogos dicen que Los patógenos de los grupos peligrosos III-IV pueden vivir dentro de las esponjas.
Las bacterias forman conglomerados complejos dentro de las células de la esponja: biopelículas. Están rodeados de moco polimérico, lo que dificulta la eliminación de gérmenes durante el lavado y el lavado en frío. Los conglomerados pueden estar formados por uno o varios tipos de microorganismos.
reglas de cuidado
Para evitar que la esponja para platos se convierta en un caldo de cultivo para la flora patógena, Se deben seguir las reglas de cuidado:
- Una vez finalizado el lavado, retire cualquier resto de comida de la superficie del material.
- Aplique unas gotas de jabón para platos a la esponja, lave y enjuague bien con agua tibia o caliente. Esto eliminará la mayor parte de la grasa.
- Enjuague la toallita con agua corriente para eliminar cualquier resto de espuma.
- Exprima una esponja limpia varias veces y colóquela en un lugar seco y ventilado. Si lo guardas en un organizador o porta utensilios cerrado, no lo guardes hasta que esté completamente seco.
¿Qué tratar para aumentar la vida útil?
Los microorganismos patógenos pueden destruirse mediante tratamiento en caliente o por medios químicos. Algunas amas de casa vierten agua hirviendo sobre una toallita limpia, pero este efecto dura demasiado poco para una desinfección completa.
Lejía
Los blanqueadores con oxígeno y cloro dañan las membranas celulares de los microbios. Para la desinfección es necesario:
- limpiar y enjuagar la esponja de cocina;
- vierta 450 ml de agua caliente y 50 ml de lejía en un recipiente pequeño;
- empape la toallita, exprimiéndola ligeramente para que la solución se distribuya por todo el volumen del material, el tiempo de exposición puede ser de 10 a 30 minutos;
- Después del procedimiento, enjuague bien la esponja con agua corriente.
La desinfección debe realizarse 2 veces por semana.
Desinfectantes
El método de remojo con lejía es el más fácil y seguro, pero no siempre proporciona una desinfección completa. El tratamiento con reactivos especiales previene la formación de biopelículas y destruye no solo los microorganismos maduros, sino también sus esporas.
Cuando trabaje con lejías y desinfectantes, es necesario utilizar guantes de goma.. Se recomienda utilizar productos profesionales únicamente para procesar esponjas y toallitas costosas. Se deben reemplazar los productos de espuma estándar.
Microonda
Un horno microondas permite calentar el agua dentro del material a una temperatura a la que es imposible que sobrevivan las colonias patógenas.
Para procesar la esponja necesitas:
- Limpie el material de los residuos de alimentos y enjuáguelo con agua tibia.
- Humedecer bien y colocar en el microondas. Si el material está demasiado seco, puede incendiarse o derretirse.
- Para reducir el riesgo de sobrecalentamiento, puede procesar la toallita en un recipiente con agua o colocar una taza con 60-100 ml de líquido al lado.
- Enciende el microondas durante 1,5-2 minutos a alta potencia.
- Retira rápidamente la esponja, espera a que se seque por completo y enjuaga nuevamente con el gel con agua corriente.
Este método no es adecuado para paños que contengan partículas de metal y plástico.
Si no hay microondas, las esponjas se desinfectan con una lavadora. Para hacer esto, seleccione un programa con una temperatura superior a 60 ° C y sin centrifugado. Se pueden lavar junto con otros textiles del hogar (paños de cocina, manoplas de cocina, etc.).
El procesamiento en caliente acelera el desgaste y la deformación del poliuretano, por lo que las amas de casa no se sienten tentadas a utilizar una toallita durante mucho tiempo.
Espacio de almacenamiento
Los patógenos se multiplican activamente en un ambiente húmedo, por lo que las esponjas para platos deben colocarse lo más lejos posible del fregadero. El área de almacenamiento debe estar seca y abierta..
Para organizar de forma compacta los utensilios de lavado, puede coserles lazos y colgarlos en ganchos de metal extraíbles.
Consejos adicionales
Para que la limpieza sea lo más eficaz posible, recomendamos:
- para remojar en desinfectante o lejía, tenga un recipiente aparte, cuyo volumen corresponda al tamaño del lote de toallitas;
- después del procesamiento en microondas, lave las paredes del horno con una solución detergente suave;
- Al momento de lavar, coloque las esponjas en una bolsa con malla fina para que los pedazos de material que se desprendan no obstruyan el tanque y el filtro de drenaje;
- Limpie las tablas de cortar para carne y pescado con toallas de papel y luego lávelas con un paño aparte, que se desinfecta después de cada lavado.
Conclusión
Las esponjas para platos estándar deben cambiarse al menos una vez cada 7 a 10 días. Se recomienda desinfectar a fondo los productos abrasivos, metálicos y otros que se utilizan con poca frecuencia.